REAL
ACADEMIA DE
BELLAS ARTES DE SAN
FERNANDO
Calle Alcalá 13, Madrid
CLICK WEB
Máster class a cargo de Jean-Pierre Dupuy
“Un bosque de sonidos”
Preparando el piano con John Cage
Fecha límite de inscripción:
Viernes 10 de Abril 2015
Coordinación & información:
Isabel Garreta
T.I.M.C: TEL. 633 10 89 74
Desarrollo: Teórico – Práctico
Introducción
- Historia del piano preparado.
- Panorama de obras de referencia. Visión general de las diferentes apuestas estéticas de John Cage.
Clasificación
- Aportación del piano preparado en la historia de la música
- Las sonatas & Interludes entendidas como formando parte de las músicas mixtas.
- Microtonalismo - el piano percusión – el piano instrumento de cuerdas.
Preparación
- Preparación del piano con los pianistas participantes.
- Explicación de la tablatura de la preparación en las sonatas & Interludes.
- Reflexión sobre los materiales empleados: tipos – formas – densidades.
- La notación en las sonatas. Formas / análisis.
- Función específica de los pedales.
- Especificidades técnicas en la interpretación del piano preparado.
- Principios fundamentales para el estudio y la interpretación de las sonatas e Interludios
- Desarrollo de la percepción sensorial como elemento básico. etc.
Concierto
Interpretación de la obra en su integralidad por los participantes y
Jean-Pierre Dupuy
Las Sonatas e Interludios, compuestas casi a lo largo de dos
años
(1946 -1948), constituyen el primer intento serio, por parte de Cage,
de escribir una obra importante para piano solo.
Sus anteriores composiciones
tanto para piano “normal” como “preparado” habían sido composiciones menores.
El impulso que le llevó a sobrepasar estos límites se originó en el estudio de
la filosofía oriental y concretamente en la lectura de un libro de Ananda
Coomaraswamy que trataba, entre otras cosas, de las “nueve emociones eternas”
de la tradición hindú: la Heroica, la Erótica, la Maravillosa, la Alegre, la
Triste, la del Temor, el Odio y la Tranquilidad, esta última como el resultado
final de todas aquellas.
Es difícil resistir a la
tentación de establecer un paralelismo entre el número de las Sonatas por cada
estado emotivo, separadas por cuatro Interludios expresivos, entre la paz o de la tranquilidad final.
Al preguntar a un estudiante
indio de Cage cuál suponía que era la función de la música, respondió: “Sosegar
y acallar la mente, predisponiéndola para recibir los influjos divinos”.
Esta respuesta podría servir de principio rector a
las Sonatas, a las que deberemos considerar un punto de reposo entre el
dinamismo de la filosofía de Occidente y el agresivo estatismo del “Zen”,
filosofía que poco después adoptaría Cage.
Acaso por ello no podemos
considerar como una casualidad el que una obra de Messiaen como la “Sinfonía
Turangalila “ – escrita aproximadamente por las mismas fechas que las Sonatas e
Interludios- presente tantos puntos comunes con la obra de Cage, a pesar de que
los medios sean tan dispares (una fabulosa masa orquestal en Messiaen y un
piano solo en el caso de Cage).
Tanto Messiaen, el católico
convencido, como Cage, el metodista decepcionado, no sólo se sintieron atraídos
por la filosofía hindú, sino también por sus técnicas rítmicas. En el caso de
Messiaen la influencia fue directa: células rítmicas; en Cage, por el
contrario, parece ser el hallazgo de unos procedimientos que encauzaron sus
propias preocupaciones.
También nos parece reveladora la posición que dichas
composiciones ocupan en la producción total de ambos autores: estas se producen
al final de un determinado proceso estilístico, algo así como una pausa antes
de dar un “gran salto hacía adelante” y, en ambos casos, el “salto” toma la
forma de una total organización del material sonoro.
El “piano preparado” permite
que el mecanismo se conserve; pero, en cambio, altera la uniformidad del sub –
producto, lo que se consigue mediante la introducción en el piano de ciertos
adminículos. En pocas palabras, varios o distintos materiales (en este caso
fueron pedazos de goma, plásticos, tornillos y tuercas de metal así como una
goma de borrar alargada) se colocan entre las cuerdas en aquellos puntos o
lugares que se señalan con toda exactitud en un gráfico que precede a la
partitura. Dichos aditamentos hacen variar tanto el timbre como la altura de
cada cuerda. Desde luego no existe una “preparación” estándar de un piano: al
compositor se le ofrece la oportunidad de preseleccionar los timbres para cada
una de sus nuevas composiciones (en teoría incluso puede cambiar esta selección
previa durante una interpretación, aunque razones de índole práctico
desaconsejan tal medida). Las sesenta y siete preparaciones para las “Sonatas e
Interludios” comportan unos dos minutos por cada una de ellas. No sería difícil
establecer una base teórica para estas preparaciones; sin embargo, en la obra
que ahora nos ocupa, los timbres se “escogieron de la misma manera, como se
escogen las conchas, cuando paseamos por la playa”.
La preparación de las cuerdas
tiene consecuencias más o menos alarmantes para el pianista no advertido. La
notación normal de la música para piano no sólo nos indica dónde colocar los
dedos, sino que también nos proporciona una impresión bastante exacta de la
relación interválica. En el caso de las Sonatas de Cage, la notación no es más
que una tablatura mecánica. El hecho de que las alturas aparezcan escritas como
en una escala cromática, por ejemplo, (comienzo de la Sonata V) en manera
alguna garantiza la aparición de una secuencia cromática, como tampoco uno
puede estar seguro de que, por el simple hecho de que una nota aparezca escrita
más baja que otra, suene en realidad más baja, y, lo mismo, al revés.
Esta discreta anarquía también
se hace extensiva a los pedales. En la situación normal uno espera que el pedal
derecho mantenga la nota que se ha tocado. En el caso de las “Sonatas e
Interludios”, las notas están a menudo tan eficazmente “enmudecidas”, que la
función principal del pedal consiste en captar vibraciones simpáticas
procedentes de las otras cuerdas. Por lo que respecta al “una corda” pedal, el
llamado pedal blando, la mayoría de esas
notas, que tienen una sola preparación, están modificadas entre las cuerdas 1 y
2 (la 1 se elige descompresionando el pedal). El procedimiento de la “una
corda” actúa a la manera de un filtro de timbres y reduce el contenido
interválico de la nota tocada, haciéndola, de esta forma, realmente más
ruidosa.
Jean Pierre Dupuy
Tras
realizar estudios musicales en París, Jean Pierre
Dupuy donde fue alumno principalmente de Magda Tagliaferro, siguió la carrera de pianista y director
de orquesta,
dedicándose de lleno a la música de los
siglos XX y XXI. La concepción
de
sus recitales resulta, en muchas ocasiones, muy distinta a la de los conciertos tradicionales de piano, y en ellos ofrece una programación que obedece al entorno, siempre
en transformación, de la creación contemporánea.
Pianista, performer y director,
su originalidad y capacidad de inventiva lo sitúan a la vanguardia de las iniciativas que se realizan en este ámbito y hacen de
él
uno de los
intérpretes de piano más importantes e imprescindibles de la actualidad.
Es fundador y director del conjunto Solars Vortices, en colaboración con el Ministerio de
Cultura francés, Jean Pierre Dupuy ha promovido y estrenado un gran número de obras,
(más
de 600) entre las que destacan las de los compositores Tomás Marco, Luis de Pablo, John Cage, Mercè Capdevila, Giacinto Scelsi, Francisco Guerrero, Josep Maria Mestres Quadreny, Henry
Cowell, Joan
Guinjoan, Bruno Moderna, Alberto Posadas, Anna
Bofill, Karlheinz Stockhausen,
etc. Gran difusor cultural, Jean Pierre Dupuy ha dado a conocer una infinidad de obras de compositores
españoles y catalanes en el mundo entero en su condición de solista, performer y director.
En 2011 forma dúo con Harry Sparnaay. Además,
complementa su carrera con una importante actividad pedagógica en forma de cursos, talleres de interpretación y clases
magistrales.
Figura como profesor invitado en varias
universidades de
Estados Unidos y Japón.
Es director artístico de las ediciones musicales: Jean-Pierre Dupuy Éditions. Tiene en su haber
una
amplia discografía que siempre ha sido acogida con entusiasmo por la prensa internacional.